lunes, 24 de agosto de 2015

Reseña: Un día curioso con el señor Oso

El finde ya pasó, más rápido que nunca, dejándome pocos momentos para disfrutar, ya que estoy en lucha con un flemón tremendo, que me tiene anclada al dolor... Así que estos días me ha venido genial leer cosas más distraídas, que tengan su valor pero que también me hagan reír un poquito, y en eso me ha venido fenomenal uno de los últimos cuentos editados por Ediciones la Fragatina: Un día curioso con el Sr. Oso.


Título: Un día curioso con el Sr. Oso
Autor: Monika Spang, Magali Le Huche
Editorial: Ediciones la Fragatina
+5 años
Trama
Eustaquio quiere salir a hacer la compra pero descubre que su cesta se ha roto y decide ir a comprar una nueva. En la tienda como no quedan cestas le proponen llevarse una mochila, pero como tampoco mochilas quedan, le venden un oso, ¡un oso de verdad! Se lo cuelgan en la espalda y allí empieza el día con el señor oso. Todos los comerciantes quedan sorprendidos por ese oso que va engullendo toda la compra que hace Eustaquio. Cuando este se entera de lo sucedido no puede creer lo que ven sus ojos, y gracias a la solidaridad de todos, Eustaquio recuperará su compra y podrá disfrutar de un nuevo amigo.
Contenidos y valores
Los cuentos en los que se dan situaciones absurdas son probablemente los cuentos que más me entusiasman (y que encantan a Mirella y Serena) porque hacen cosquillas en mi fantasía y me proponen imaginar más que nunca situaciones imposibles, surreales, en las que el mundo fantástico entra prepotente en lo cotidiano
El personaje del oso es encantador: manso, está donde le dicen de estar y goza de su tranquilidad y su silencio recibiendo los mejores manjares que hubiesen podido llegar a su boca.



La complicidad de su silencio en la broma gastada por el tendero Marcelo (el bromista, que decide ponerle en la espalda un oso a Eustaquio) hace posible que se dé el cuento y nos envía un mensaje entre líneas: probar algo diferente, y un poco extraño, puede ser interesante, y pese a que no tenga mucho que ver con nuestra vida cotidiana, puede hacernos conocer el mundo bajo otra luz y enriquecer nuestra vida.
Los otros personajes que aparecen en este cuento son todos los tenderos que uno tras otros van vendiendo la comida a Eustaquio: estructura típica del cuento acumulativo que permite el desarrollo de la parte humorística de la historia. Todos los tenderos se dan cuenta de la peculiar mochila animada, y en cierta medida comunican a Eustaquio sus dudas sobre el uso de la misma. Pero aceptan las indicaciones de Eustaquio y van poco a poco llenando la barriga del oso.


 Cuando finalmente se descubre la broma, tendrán una actitud absolutamente colaborativa y generosa hacia Eustaquio, llenando otra vez su cesta sin volver a cobrar por ello.



 Efectivamente esto es lo que termina de acontecer: Eustaquio volverá a su casa con la compra, una nueva cesta y también con un nuevo amigo: el señor Oso!
Ilustraciones
¡Cuidado con los fondo blancos! Si os pasa como a mi, no vais a poder quitarle ojo a estas ilustraciones fantásticas que lucen aún más destacando sobre el fondo neutro de las páginas.
Para qué y para quién
 La propuesta que lanza Marcelo, el tendero que le vende el oso como si fuera una mochila, al final del cuento, es la de cortarle la barriga al oso para recuperar lo que había ido a acabar allí.


Este ha sido el único detalle que Serena no ha podido comprender, ni mucho menos aceptar, en la historia. No podía entender como se le pudiese ocurrir a Marcelo la posibilidad de hacer daño al oso. Solo por esta razón Serena no ha podido con este cuento, de no haber existido esta propuesta de violencia, creo que hubiese terminado por estar en su lista de favoritos, junto con Salvaje y con La tigre que vino a tomar el té. Sólo por esta razón indico como edad recomendable a partir de 5 años, momento en el que imagino sea más fácil que nuestr@s pequeñ@s lectores entiendan el espíritu bromista del cuento y de las acciones de los personajes.

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